Hola amigos/as!
Hoy volvemos a la senda marcada por los "páxaros" y toca turno de hablar brevemente de uno de los componentes de la familia de los córvidos, ese grupo por el que personalmente siento espacial devoción por su inteligencia, instinto, sociabilidad y además por ser tan perseguido por el "homo". Anteriormente hemos hablado aquí de las Chovas, tanto la Piquirroja como la alpina Piquigualda, de las archiconocidas Corneja negra y la Urraca, del forestal Arrendajo, de las leonesas Grajas y la bella Grajilla la de los ojos azules y hasta del rey de los córvido: el gran Cuervo. En un reciente viaje al Sur español no pude desaprovechar la ocasión de viajar hasta este país vecino para intentar observar a a la última representante que me quedaba por ver de los nueve córvidos que podemos encontrar en la Península, y que de otra manera por su distribución no se puede observar aquí en el Norte: el Rabilargo.
El Rabilargo cuenta con un par de singularidades que destacan sobremanera del resto de especies de aves y hasta incluso dentro de su propia familia; una de ellas es su distribución mundial y es que solamente lo encontraremos en el Este de Asia y a miles de kilómetros de distancia en la zona suroeste de la Península Ibérica; por lo que durante mucho tiempo surgieron teorías para intentar justificar esto, una de las más aceptadas venía a decir que en un momento puntual de nuestro reciente pasado los marineros que andaban por aquellos lares asiáticos los hubieran traído en barco de regreso y soltado aquí posteriormente, pero por un lado la aparición de restos de fósiles en yacimientos arqueológicos (Gibraltar) desmontan esta teoría y por otro (ya para rematar) los análisis científicos demuestran con que nos encontramos con dos subespecies totalmente diferentes entre sí.
Cómo digo su distribución peninsular se ciñe a la zona suroeste peninsular, ocupando masas forestales de pinos, encinas, alcornoques, robledales, olivares etc. no muy densos, con un límite de altitud de hasta 1.700 metros en las sierras del centro de España. Aparte de las masas forestales también se puede encontrar en ambientes desarbolados pero sólo cuando los matorrales están bien desarrollados, aunque aquí es un ave que se presenta escasa.También ocupa bosques de coníferas, pero en menor número que en los primeros.
Así que hablando desde la barra del bar podríamos decir que el Rabilargo es la "urraca del bosque de sur", lo mismo que el Arrendajo lo es en nuestra Cornisa cantábrica. Si bien es verdad que hay ciertas diferencias respecto a estos dos parientes, en primer lugar el Rabilargo es mucho más gregario, formando bandos de varias decenas de individuos , siempre y cuando haya un hábitat seleccionado, abundancia de alimento o de la estacionalidad.
El centro geográfico de la especie es la provincia de Cáceres, es dónde cuenta con mayor número y densidad de Rabilargo. Los estudiosos de la pluma no se ponen de acuerdo, unos vienen a decir que últimamente su tendencia es positiva y por contra otros dicen que es negativa, especialmente en las zonas limitrofes (zona septentrional y meridional), ambas posturas parecen tener razón. Si nos ceñimos a los números, Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura y Madrid son las autonomías que más "pajarracos de estos" aportan, por lo que se aprecia su predilección por el cuadrante suroccidental, aunque de forma discontinua. Tanto en España como en Portugal parece limitarse al Norte hasta el río Duero.
De silueta parecia al de la conocida Urraca, este pequeño córvido presenta una larga cola que lo hace tan característico que hasta su nombre en castellano hace referencia de ello. Dicha cola además de larga presenta un bonito color azul celeste. Las hembras son significativamente más pequeñas que los machos pero no parecen existir rasgos distintivos o de coloración entre ambos sexos. Es un ave sedentaria y el único desplazamiento reseñable lo realizan los jóvenes en dispersión a comienzos del verano, aunque nunca demasiado lejos (la mayor distancia registrada es de unos 45 kms, con una media habitual de 5-6 kms). Dentro de su dieta omnivora destacan los formícidos, presas capturadas durante todo el año excepto en primavera que son sustituidos por una gran variedad de dípteros y ortópetos. Las lombrices parecen ser una presa fundamental en su dieta durante todo el año, siendo los vertebrados una pequeña parte de su dieta.Y si bien es cierto que puede depredar sobre otros pajarillos o sus nidos, su mala fama sobre las poblaciones de especies cinegéticas o cultivos es cómo siempre más leyenda negra que otra cosa.
Ave oportunista no deja pasar los restos de comida en zonas recreativas, basureros etc. por lo que evidentemente también no desaprovechará un manjar suculento como una buena carroña. Dentro de su dieta vegetal, destaca principalmente por consumir grano de cereal (38%), también algunos frutos como el higo en verano, en el invierno consume bellota o esporádicamente la aceituna o la uva más bien ya en invierno. Sin embargo los pollos son cebados casi exclusivamente con presas animales, siendo los coleópteros los insectos que aparecen mayoritariamente en las cebas con más de un 80% de capturas. También destacan las hormigas y arañas. Se observa por tanto una marcada distinción entre la dieta de los adultos y de los pollos, siendo éstos exclusivamente alimentados con presas animales, seleccionando para cebar los más blandos.
Construyen nidos abiertos en árboles de mediano porte, principalmente quercíneas y pinos. siendo los materiales recogidos en los alrededores del emplazamiento del nido. Especie monógama es de las pocas especies del Paleartico que aplica la táctica de cría cooperativa. La pareja reproductora normalmente se mantiene de un año a otro, y la mayor parte de las rupturas se deben a la muerte de uno de ls miembros aunque también hay casos de "divorcios".
Las segundas puestas son escasas y se deben a un buen año en cuanto a clima y alimento, o por el contrario si la primera puesta ha fracasado. La incubación la gobierna exclusivamente la hembra, siendo vigilada por el macho, si bien al iniciar la incubación el macho aparece esporádicamente, solamente para cebar a la hembra. Los Rabilargos suelen formar dormideros que agrupan varios bandos diferentes, los cuáles curiosamente (y pese a ser un ave gregaria) no se mezclan entre sí. Solamente a comienzos del verano es cuando se incorporan individuos jóvenes a estas pandillas cerradas, especialmente hembras de colonias cercanas.
Acostumbrado a observar los dormideros de las Urracas en los parques urbanos o de las Cornejas en los valles, sinceramente pensaba que la observación de los Rabilargos solamente me sorprendería por la coloración de su bello plumaje y por el tamaño de sus grandes plumas azuladas de la cola, sin embargo nada más poner pie en el pinar pronto comenzaron a moverse por las copas de los pinos estas preciosas aves, al principio apenas 5 o 6 aves lejanas , desconfiadas y esquivas, pero poco a poco y con una serie de códigos sonoros que tan sólo ellos entenderán, estos pequeños córvidos se fueron acercando a nuestro punto unas 15 o 20 aves diferentes, seguramente acostumbradas a la espera de las sobras de una más que probable comida.
Difíciles de retratar con la cámara entre las agujas de los grandes pinos, no se paran quietos un segundo y desconfían hasta del sonido del obturador. Tampoco parece fácil lograr meter al pájaro entero dentro del encuadre debido principalmente a su larga cola. Finalmente no ayuda nada intentar destacar ese ojo sobre un fondo de plumas totalmente negro.
Al poco rato ya no soy el centro de su atención y aunque me siguen observando por si acaso, comienzan a bajar de las ramas para buscar comida debajo de las agujas de pino que tapizan el suelo rojizo. Parecen bajar organizados en grupo, mientras unos vigilan desde la seguridad de las ramas e incluso agarrados a los troncos, otros mientras aprovechan para buscar comida. Cualquier gesto brusco les hace emitir sonidos de alarma y por ende subir inmediatamente a toda prisa a la seguridad de las ramas frondosas.
Dentro de este aparente anárquico grupo de aves parece existir cierta organización, se mueven en grupo por el pinar, se alternan para bajar a comer mientras otros vigilan arriba, cuando encuentran comida emiten ruidos para avisar a sus compañeros e incluso entre 15-20 aves, cada una parece emparejada y observo como unos a otros las diferentes parejas dentro del grupo se acicalan mutuamente las plumas. No en vano con mi mentalidad norteña me sorprende verme rodeado de cuervos en mitad de un bosque y que éstos sepan lo que se hacen.
Es hora de irse pues no son días de muchas horas de luz solar y además a lo lejos ya se oye bien la llegada del típico grupo de "homo madrileñensis" dispuestos a comer lo que haga falta, para posterior regocijo de los Rabilargos.
Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios
Bien pillados, son una preciosidad, y ese plumaje con el cambio de luz se te queda la boca abierta...
ResponderEliminarAunque ya sabes que esto cambia como las modas, ya se considera un especie aparte, muy emparentada con la otra especie del extremo Oriente.
La verdad es que es un ave que vista de cerca tiene una multitud de reflejos y brillos.
EliminarUn saludo amigo!!
Estupenda y completa entrada, la fotografías de cine. Saludos
ResponderEliminarGracias amigo Miguel!! Me alegro de que te hayan gustado las fotos.
Eliminarun saludo
Los rabilargos también se llaman mojinos. Mojinos es el gentilicio de Alcaracejos , comarca de Los Pedroches, al norte de la provincia de Córdoba. Felicidades por esta preciosa y completa entrada.
ResponderEliminarHola puede ser que en catalunya se vean de vez en cuando
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