La escapada a Cantabria dió para mucho por ello vamos con esta tercera y última (por el momento) entrega de la salida. Cómo ya os comenté en anteriores capítulos, el primer objetivo del día fue en Santoña y el famoso y cercano Somormujo cuellirrojo.
Después de estar gustosamente unas horas con el bicho pasamos a la vecina Laredo y su fotogénico Zampullín cuellirrojo, el cuál se hizo de rogar bastante ese día, por lo que finalmente acudía a mi tercer objetivo del día un tanto mal de tiempo sobre la hora prevista y sin comer...
Y es que para mi regreso a la Patria había programado parar antes a buscar el último objetivo de día: conocer a la población invernante de Pájaro moscón europeo. Cuando llegué al lugar indicado ya estaba un tanto desfondado de cumplir con los otros dos objetivos, pero lo que es peor: ya estaba anocheciendo, así que sin más preámbulos me dirigí directamente a la "zona caliente" por dónde deberían de moverse las aves de esta simpática especie.
Al pájaro moscón todos lo asociamos a lo singular de la construcción de su extraño nido colgante pero evidentemente aquí en el norte de momento nos tenemos que contentar con que comiencen a invernar aves procedentes de Europa (Italia, Francia, Dinamarca, Austria, Alemania, Polonia, Balcanes...).
En la Península cría en algunas zonas tradiciones como por ejemplo el valle del Ebro o en algunas zonas del Levante, sin embargo parece que es una de las aves en expansión, especialmente en los últimos 20 años fundamentalmente hacia el Oeste y Sudeste peninsular, apareciendo ya en casi todas las cuencas fluviales importantes.
Sea dónde sea lo que parece necesario para tener su presencia es una masa de agua y sobretodo un buen carrizal, acompañado de unos buenos álamos, sauces etc. en donde el ave pueda refugiarse, alimentarse y especialmente construirse su singular nido colgante:
Aquí por el momento en la Cornisa cantábrica y parte de Galicia sin embargo parece resistirse dado que quizás ni el clima ni la orografía le son especialmente propicios a esta singular especie, además que tampoco es que andemos sobrados de carrizal en un estado óptimo...
Ya desde el principio comprendí que los Moscones no utilizan posaderos ni perchas visibles cómo por ejemplo las puntas del carrizo, sino que prefieren estar ocultos y moverse por la parte baja-media del carrizo, por lo que puedes escucharlos y verlos moverse entre las ramas al lado tuyo y sin embargo no llegar a verlos, a esto se le suma a que el ave tiene un carácter tímido.
A punto de abandonar la misión de fotografiarlos y dejarla para otro día con más calma decidí darme una vuelta por el resto de este bonito espacio antes de regresar para la Patria, con toda la suerte del mundo de que caminando por el sendero en el árbol más cercano al carrizo, estaban posados en sus tupidas ramas un par de ejemplares de esta especie junto a una pareja de Herrerillo y un Mosquitero que curiosamente se empeñaba en darles cera.
Yo no podía creérmelo después de anteriormente volver loco al sistema de enfoque de la Nikon en el carrizo intentando sacar algo decente y sin cañas de por medio, pero sin embargo allí estaban ahora tan tranquilos soleándose, o pienso que esperando reunirse para bajar al barrizal a dormir, ajenos completamente al paso de personas, bicicletas, perros.
Al pájaro de la máscara negra destaca nada más verlo de primeras y no se le puede confundir con ninguna otra especie, este singular antifaz es más ancho en los machos que en las hembras. Si os fijas el pájaro moscón no destaca sólo por la máscara de color negro sino que también tiene toda una gama de tonalidades y matices en su plumaje que van desde los bordes marrones en la frente, el dorso de castaño rojizo, el obispillo pardo claro, cabeza blanco grisácea y una cola larga de color gris con bordes blancos en las recreces.
Destaco dos cosas que me han llamado la atención al observarlo por primera vez aunque sea brevemente y con escasa luz, primero el color acastañado rojizo tan singular que presenta en el dorso de su plumaje. Sin duda precioso, sinceramente para nada me imaginaba un ave con tantas tonalidades:
Por otro lado me sorprendió también encontrarme con un ave con unas patas negras robustas con dedos desproporcionados y que doy por seguro que le serán muy útiles a la hora de agarrarse a los largos y estrechos troncos del carrizo. Fijaros en la fotografía de abajo:
Ya sin apenas luz y dejando la tarea de la fotografía de los Moscones decentemente y con buenas condiciones para otro día, ya de noche me dirigí para casa con la satisfacción de haber cumplido con todas las metas del día. Un día sin duda completo y redondo.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por los vistazos y las palabras.
Impresionantes las fotos!!! Me ha encantado la entrada, bella en verdad!! y eso que había poca luz...
ResponderEliminar¡Artistazo!
Un abrazo!!!