28 de diciembre de 2012

EL HAYEDO DE PELOÑO .PONGA, ASTURIAS.


Hola amig@s del tiempo libre!!
Cómo sé que en estas fechas la mayoría estáis cometiendo excesos gastronómicos de "pitanzas" y "fastos" varios, y sé que ya estáis "saturados" de tanta familia y de andar de casa en casa... hoy ,a diferencia del otro día que tocó mar, voy a proponeros bajar un poco los "niveles" con una ruta de montaña que siempre personalmente me gusta realizar. 
Nos vamos a un lugar que esta considerado uno de los mejores hayedos conservados de España: nos vamos al Hayedo de Peloño!!
El hayedo de Peloño se encuentra en la zona suroriental de Asturias, dentro del concejo de Ponga, para mí es el hayedo del Oriente astur pues solamente esta separado de los Picos de Europa por el río Sella, que atraviesa el Desfiladero de los Beyos
Os dejo el siguiente mapa para que os "orientéis": 
Con unas 1.507 Ha. es la mayor mancha forestal que nos queda por allá, además cuenta con un 70% de hayas, lo que también lo convierte en uno de los más grandes de Asturias, quizás solamente superado por el del Monasterio de Hermo (Cangas del Narcea).
El Parque Natural de Ponga, tiene una extensión de 23.533 hectáreas, todas ellas dentro del concejo de Ponga, pero sus límites alcanzan los concejos de Amieva, Piloña, Parres, Caso y la vecina provincia de León.
Podemos llegar hasta allí por diferentes rutas y carreteras, pero lo fundamental ,o la referencia que debéis de tomar, es la de llegar a la localidad de San Juan de Beleño.
Digo esto porque ,por ejemplo, partiendo desde Gijón el GPS te ofrece 3 alternativas diferentes para llegar allá; cada una con sus pros y sus contras.
En definitiva: todos los caminos nos llevarán a San Juan de Beleño, localidad que dejaremos atrás para llegar a Peloño, pero ojo!! nada más salir del pueblo tomaremos a la izquierda la carretera denominada PO-2 que nos lleva a la localidad de Viego
Por esta carretera subiremos un par de kilómetros hasta el Alto del Cabañón; la carretera esta en buenas condiciones, aunque hay que tener en cuenta que es una fuerte subida y tiene un par de curvas de herradura cerradas. Nada preocupante si la climatología acompaña, además solamente son un par de kilómetros.
Se denomina también Collao Llamena y a la derecha nos encontraremos un cartel indicador y sitio en la cuneta un pequeño apartadero para dejar el coche; enfrente veremos ya la pista que nos lleva hasta la Majada de los Bedules.
Aquí podemos hacer dos cosas; la primera opción es dejar el coche aquí y subir a pata por la pista para arriba, os lo recomiendo si sois de buen caminar, tenéis tiempo de sobra, o quizás no os gusta meter el coche por pistas no asfaltadas o simplemente estaís un poco asqueados de tanto asfalto y comodidades.  Recomiendo esta opción para la primera vez que vayáis allá o para los días de muchas horas de luz.
Segunda opción, si por el contrario no queréis hacer 1,7 kilómetros "extras", os importa un pijo el coche, no os sobran horas de luz (por ejemplo en estas fechas de días cortos), podéis subir con el coche hasta casi la misma majada, eso sí teniendo en cuenta varias cosas: que es una pista de hormigón con pendiente y que ,con condiciones meteorológicas adversas, puede complicarse y finalmente: en gran parte del recorrido no se cruzan dos coches a la vez. 
Además no os vendría nada mal patear la subida, puesto que el resto del camino es cómodo, sin apenas desnivel y con buenas vistas. Avisados quedáis.
Desgraciadamente la pista o camino original se hormigonó hace unos años, supongo que siguiendo la moda de tirar de "Opus caementicium" a lo romano por las sendas con posibilidades más turísticas (tipo la Ruta del Alba). En esto precisamente el alcalde de este concejo debe de tener amplio conocimiento (Ironía: ON) :
Condena
Si por los motivos más detallados de arriba decidís subir arriba con el coche, encontrareis primero arriba un monolito de piedra a vuestra izquierda y una zona para aparcar modelo: "sálvese quién pueda"; aparece una parte en la foto justamente de arriba.
A partir de aquí cómo veis las señales a los lados del camino, esta prohibido el acceso en coche.
Estamos en un valle de praderas, antaño bosques hoy convertidos por los humanos en ondulados pastizales de montaña cercados. Pero antes de comenzar la ruta propiamente dicha, nada más dejar el coche lo primero que nos llamará la atención es encontrarnos una enorme y larga pasarela de madera. 
Por cierto, si veís la foto de abajo, la valla de obra amarilla que veis a la derecha de la pasarela no penséis que esta allí por alguna reparación actual, lleva allí desde el 2009...
Dicha pasarela de madera, construida en el año 2009 en mitad del Valle de Viego, corresponde a la otra moda de nuestro "Gobiernin" de convertir todo lugar de cierto interés turístico en algo accesible para todo el mundo, en colaboración (para variar...) de esas "grandes" entidades bancarias que salen en los telediarios con tan buena fama y su lavado de cara "ecologeta".
Al igual que en nuestra visita a mi querido Hayedo de Montegrande:
En mi opinión creo que no solamente es una obra innecesaria para el lugar pues ,tanto en un hayedo cómo en este lugar, a la par de la pasarela de madera va el camino (el de toda la vida) y en ambos casos es un camino llano, amplio, de buen firme, y sin riesgo aparente para cualquier tipo de público. Además de que no "pinta" nada en mitad de un valle tan guapo y menos aún de un espacio natural (por mucha madera y cemento ecológico que se utilice en dicha pasarela) 
En penúltimo lugar quiero decir que ,aunque me gustaría subir al Everest pero mi rodilla y  mi economía no me lo permiten actualmente, no por ello me gustaría que construyeran una escalera mecánica para poder subir a la cima. Cada uno tiene sus limitaciones y su techo y hay que ser consciente de ellas, aceptándolas como tal. Creo que me explico bien.
Tampoco quiero quedar aqui de insensible que ocupa las plazas de aparcamiento reservadas para minusválidos... pues hasta hace poco me tocó empujar una silla y sé de lo que hablo, pero el dinero destinado a estas personas creo que bien podría dedicarse a otros menesteres más importantes cómo la famosa ayuda a la Dependencia...
Además es curioso ver como estas obras que se anuncian a bombo y platillo en su momento, con el paso del tiempo se olvidan y se pueden convertir en una trampa para sus usuarios... Tablas rotas o desclavadas, pasamanos en mal estado, astillados o que desaparecen, restos de bacanales por el camino, o la omnipresente maleza, que se apropia de lo que es suyo.
Parece ser que los políticos tienen facilidad para inaugurar y salir en las fotos, pero cierta amnesia para destinar recursos para el mantenimiento y cuidado de todo lo que inauguran con tanto ahínco. 
En fin, para más comedia (dan ganas de reír y llorar a partes iguales) dicho sendero finaliza en el Mirador de la Collada, un espacio precioso y uno de los miradores más bonitos que he visitado; pero al lado aparece plantada una bonita y espectacular antena de telecomunicaciones de no sé cuantos metros de altura, lo cual añade un toque "extravagante" más aún al asunto.
Si cerramos los ojos y miramos para otro lado (mientras recibimos unas buenas radiaciones) nos encontramos con la nota positiva (que también la tiene) y es que a un lado y al otro nos encontramos afortunadamente con unos paneles con mapas panorámicos en los que se visualizan las principales montañas y cumbres que tenemos delante nuestro.
Esta es la parte positiva, quizás la únicam para tantos clavos, maderas y postes. 
Voy a subir unos ejemplo de las principales cumbres que podemos observar:
Vista general enfrente nuestro
A nuestra izquierda, a un lado del camino que vamos a coger en unos minutos:
Luengu a la izquierda y Collao Zorro a la derecha (1841 metros)
Le sigue una montaña que sobresale sobre las demás:
Pico Recuenco (1648metros)
Maciédome (1899 metros)
Tiatordos (1951 metros)
Soancio (1712 metros)
Campigüeños
La Llambria (1749 metros)
El mirador de nuestra derecha nos muestra la parte occidental del Macizo de los Picos de Europa; pero antes a nuestro lado tenemos:
Pico Carria
Y ya de postre:
Picos de Europa (Diciembre)
Picos de Europa (Junio)
Por partes, primero le preceden:
Peña Salón (1244 metros)
En primer término El Texedal y Valdepino
Ya metidos en "harina":
El Torre de Santa María de Enol (2478 metros) a la izquierda, en medio El Torco (2443 metros) , y Peñasanta de Castilla (2596 metros) a la derecha
Torre de Santa María del Enol (2478 metros)
La misma en Junio
Cantu Cabronero (1998 metros)
Peña Beza (1958 metros)
El Frailón (1288 metros)
Tras las fotos de rigor y quedar un tanto absorto ante la visión silenciosa que me acompaña, creo que ya es hora de sacar la "herramienta" del maletero del coche y ponerse a caminar; lo primero dejamos atrás las verdes praderas a nuestra izquierda, un abrevadero/fuente enfrente y finalmente 3 caminos, nos olvidamos del de la derecha, descartamos el de enfrente y seguimos por el de la izquierda.
Siempre que veo este tipo de majadas o invernales, con sus cuadras, cabañas y amplias praderas allá arriba, me imagino antaño el esfuerzo de los habitantes del lugar por modificar un paisaje salvaje hasta obtener de él el máximo provecho para poder sobrevivir.
Sin apenas medios ni herramientas ,y en una época desde luego mucho más difícil que la que vivimos ahora, estos hombres y mujeres convivían codo con codo y sin lujos una serie de meses al año con la naturaleza, segando, curando (secando) y guardando la hierba en las cuadras, alimentando y cuidando el ganado una vez que los prados dejaban de "echar" (crecer hierba), cortando madera para calentar la casa, fabricar herramientas, cercar prados o cocinar, o transportando y levantando muros de piedra.
Aparte de mi imaginación y mis lecturas referentes al tema, lo vivo si cabe más aún intensamente pues ambos abuelos/as míos les tocó vivir así, de esta manera.
En la fotografía de arriba se ve perfectamente el camino a la izquierda, junto a las modernas  "bolas" de silo del prado, las cabañas arregladas en el medio y el abrevadero a la derecha. 
Además no tiene pérdida, pues a algún "cantamañanas" le dio (o mejor dicho: le dejaron) hacerse una casita de montaña de este tipo (al modo suizo tan propio de aqui) allí arriba....
En fin... así nos va.
Dejando poco a poco atrás las cabañas y prados de antigua siega y hoy pación continuamos por una ancha pista, Camín de Arrieros le llaman, el cual parece que se comunicaba con la ya vecina Meseta desde tiempos remotos. 
Nos iremos encontrando con diferentes espacios; primero los prados con muros, luego las zonas deforestadas recientemente, otras zonas sin uso o abandonadas, zonas de espinos, matorral y acebos etc.
Para los "pajareros" he de deciros que no es la mejor época para ir allá a observar a nuestros pequeños amigos alados, pues la mayoría de ellos se han ido de aquí hacía altitudes más bajas y fecundas, a zonas de valles menos fríos y aptos para la supervivencia;  pero es también buen momento para observar las que resisten aquí; ya que por un lado la ausencia de hojas en los árboles facilita la tarea de poder observarlos perfectamente y por otro, esas aves junto a otras que vienen de más lejos se concentran, se unen y van a los mismos sitios en dónde aún queda alimento; cómo es el caso de las espineras, hayucos, frutos del rosal silvestre etc.
De entre algunos residentes y otros llegados de otras latitudes, destaco los Mirlos y Zorzales varios que desde el suelo levantan con el pico incesantemente las hojas caídas, buscando las pocas semillas e insectos que han quedado al descubierto tras las nevadas de hace 15 días.
En este caso, tuve la tremenda suerte de poder disfrutar de las idas y venidas de un par de ejemplares a muy poca distancia, pues parece que con estas condiciones, la supervivencia les hace más confiados y arriesgados que en otras épocas más prósperas
Estuve 3/4 de horas observando cómo bajaban al prado a buscar alimento entre las hojas, cómo se refugiaban entre los acebos y espineras que sirven de lindes naturales etc. 
No puedo entretenerme mucho más, pues a mi lado tengo este impresionante paisaje y debemos de llegar al hayedo (fotos de Junio):
He de decir que aunque siempre es importante llevar agua encima, para la ruta de hoy no hay que preocuparse mucho ni del preciado líquido ni tampoco de no perdernos, pues el camino (si no hacemos mucho el "cabra" saliéndonos de el) no tiene pérdida y el agua nos la encontraremos frecuentemente a modo de bebederos/abrevaderos para el ganado, cascadas a pie del camino, pequeños arroyos y riachuelos etc.
He realizado esta ruta siempre en diferentes épocas y ,aunque en el verano el volumen y puntos con agua lógicamente menguan, siempre encontraremos un punto en dónde refrescarnos. Seguimos con las vistas bonitas mientras proseguimos camino por la ancha pista.
Fotos de hace unos días:
Podremos observar cómo las gentes del lugar llevan siglos utilizando cómo recurso el bosque y su madera pues, a simple vista, nos encontramos zonas en las que claramente se les fue de las manos tirar de hacha, junto a otras de repoblación que me imagino que irán relacionadas con la recuperación de ciertas especies emblemáticas, cómo por ejemplo el oso, que hace incursiones por esta zona, dentro de la escasa población oriental, éstos son los límites más occidentales; y también del urogallo, aunque me temo que aquí se llega más bien tarde... (y mal).
Más que de repoblar (que por otro lado esta muy bien), yo personalmente soy más partidario de dejar al bosque hacer de bosque sólo, y no desbrozar y meter maquinaria para plantar árboles (la mayoría plantones de invernadero) que difícilmente sobrevivirán allá un par de años.
Con mucha frecuencia he visto en mis caminatas cómo ,al cabo de unos años de plantarlos, apenas quedaban las estacas o tutores en pie... pero esta es otra historia y desde luego nada más se puede reprochar porque menos, es hacer nada.
Finalmente observamos otras zonas que preceden al hayedo y que debieron formar parte de él antaño, en las que hoy en día aún se permite sacar madera, tirar algún haya por aquí y por allá etc.
No voy a criticar esto (hoy vengo muy critico, ya aviso... jejeje) pues las gentes del lugar llevan haciendo esto durante cientos de años, ya que para ellos el bosque se convertía en una fuente de recursos muy importante en su modo de vida. Además siendo sincero, muchas de las hayas taladas recientemente habían sido derribadas por los temporales pasados y cerraban los caminos y senderos.
Pero pienso que en el interior del hayedo (ese lugar húmedo al que solo llega menos de un 5% de luz solar) debería de estar lleno de troncos y ramas caídas, en proceso de descomposición, lo cual ayudaría mucho a la salud no solamente del propio suelo o bosque, sino también de los animales que viven allí. 
Pero en esta parte de la ruta que llevamos andada, nos encontramos el interior del bosque totalmente "limpio" de troncos , ramas, cañas, arbustos etc. lo que difícilmente ayudará al propio bosque y a algunas especies de flora y fauna en clara regresión, y que tanto se les llena la boca a algunos gestores.
Por ejemplo, en cuanto a aves algunos de los pícidos más escasos cómo el Picamaderos Negro o "Pitu Negru" (Dryocopus martius) o el más aún escaso Pico Mediano (Dendrocopos medius) difícilmente habitarán un lugar en el que no encuentren bosques con árboles maduros o en descomposición. Ni que decir ya del Urogallo...
Ejemplo contrario a lo dicho hasta ahora:
Parece que aquí hemos encontrado evidencias de su presencia, verdad?
Si volvemos al camino y seguimos la pista forestal, pronto nos encontraremos con la antesala del hayedo de Peloño, o lo que es lo mismo, la Collada de Granceno (1.199m de altitud). 
Hasta hora no hemos visto el bosque cómo tal, solamente algunas manchas forestales con predominio de otras especies o de jóvenes hayas; a nuestra izquierda ahora se abren de nuevo los pastos verdes en donde hasta hace unos meses pacían el ganado vacuno, vemos una bonita cabaña al lado del camino (que nos puede servir de refugio si nos pilla el agua, cómo ya me pasó en una ocasión) y un buen bebedero/abrevadero (Made in los hombres duros y rudos del ICONA...).
Desde aquí veremos en el medio toda la cartelería de otra ruta que nos quedará pendiente para "patear" otro día; la denominada Foz de los Andamios (P.R. AS-181) y también con la que va a la conocida montaña Sen de los Mulos.
Otro día subiremos a este bonito pico:
Sen de los Mulos (1506 metros)
Esta collada o majada no es muy extensa la verdad pero sí me parece coqueta, es mi "campamento base" particular para reponer fuerzas, preparar ropa, mochila y rellenar botella de agua fresca antes de internarme (por fín) en el hayedo propiamente dicho.
Oficialmente seguiremos el camino por el que hemos transitado hasta ahora, si bien no es raro encontrarnos a nuestra izquierda numerosas sendas y antiguos caminos descendentes que se internan en el hayedo perdiéndose y llegando a sabe Dios dónde.
El hayedo de Peloño ensí es una especie de cubeta gigante rodeada de montañas calizas; todas las hayas (unos 200.000 ejemplares) algunos robles, acebos, espineras y flora en general, se riegan continuamente a base de pequeños riachuelos y pequeños regatos (Pedrero, Bustiellos, Resuela y Canalita) luego se internan en el hayedo para acabar muriendo o vertiendo abajo en el famoso Río Sella.
Desde el propio collado nos quedarán unos 3,3 kilómetros diría que de bajada hasta una bifurcación de caminos, a la izquierda a un lugar denominado La Palanca, en dónde antiguamente había un refugio de caza, abandonado tras un incendio, rodeado de una pradera. Por la derecha se va a la famosa ermita del Arcenorio y el ya leonés Valle de Sajambre.
También continuando por la pista llegaremos a la horcada de Guaranga, límite norte del bosque; esta zona es un paso estrecho entre las rocas; aquí encontraremos fortificaciones de la Guerra civil. (ya sabéis que siempre tengo que meter algo de Historia o Arte por medio...)
He de ser sincero con vosotros de todas las veces que he subido allá arriba, siempre he salido de casa con la idea de llegar hasta la ermita del Arcenorio, pero siempre algo me entretiene por el camino y termino dando la vuelta sin llegar a mi destino por falta de luz, por eso no veréis las fotos de dicho lugar, pero si estáis interesados podéis consultar a Don Google. jejeje. En cambio os pongo unas fotos del interior del hayedo:

Cómo en todo buen hayedo que se preste, siempre existe algún lugar mágico o algo reseñable dentro de los miles de árboles sin embargo ,en esta ocasión, sorprendentemente  de que no se trata de un haya sino concretamente un Roble, el denominado "Roblón de Bustiellos" o tb. llamado "Roblón de Figares", al ser ese el nombre del monte en el que habita. Para llegar hasta el famoso roble debemos de estar atentos a la parte izquierda de la pista, pues solamente hay una pequeña señal o poste que nos indica el estrecho sendero por el que debemos de internarnos unos cientos de metros más abajo.
Hay que estar atentos porque por suerte no se ve el desde el camino, sino hoy en día me temo que sería una bonita estantería o madera para chimeneas...
No sé a vosotros pero a mi siempre me queda mal sabor de boca las fotos de árboles grandes, viejos etc. pues nunca logro que la foto muestre la realidad de su porte real.
He probado a fotografiarlo con el 18-200, el 16-85 y con el gran angular (11-16) pero no hay manera al ver los resultados en el ordenador, por eso creo que lo mejor es que vayáis vosotros mismos a verlo.
Solamente decir que tiene 9 metros de diámetro por lo que si pretendéis abrazarlo, vale más que os juntéis unos cuantos amigos, además tiene unos 30 metros de alto.
Además del Roblón, aparecen a su lado una serie de construcciones singulares en piedra, si bien por su tamaño descarto que sean antiguas cabañas o lugares en dónde albergar animales o personas, si creo que pueden haber tenido un sentido cómo almacén de bellotas, castañas etc. y evitar así que las "alimañas" se encargaran de los preciados manjares del bosque o quizás puede que fueran caleros, también para realizar carbón o colmenas, pero por la situación me inclino por lo primero.
El caso es que estas misteriosas y antiguas construcciones le dan más aún un toque mágico al lugar y ,entre ellos, no es raro encontrar alguna víbora por entre las piedras (que buen susto me dio, por cierto...) buscando el ofidio alimento o cobijo.
Siento predilección más por la montaña que por el litoral, pese a que contrariamente vivo en una ciudad costera y mi pueblo esta a menos de un kilómetro en línea recta del mar, sin embargo siempre miro para la montaña, cosa que en Asturias puedo permitirme el capricho.
Me hace gracia las páginas de Internet que recomiendan ir a un hayedo en una estación concreta del año, pues pienso que cualquier bosque es digno de visitar en cualquier mes del año; porque siempre tiene algo que ofrecernos ya sea con hoja o sin hoja, con o sin nieve, en invierno o en verano.
Siempre que voy a un lugar nuevo procuro seguir el plano o las instrucciones sin desviarme de la ruta, sin embargo al ir repitiendo las visitas al mismo lugar durante años,  soy de los que me gusta salirme del camino (si es legal y es posible) y "perderme" por el bosque sin marcar un rumbo o un objetivo determinado.
Eso sí, no lo hago de una manera irracional, sino siendo consciente de hasta dónde puedo "perderme", de mis limitaciones físicas, y con ciertas seguridades que me hagan volver al camino cuando lo desee. 
Además hay que tener en cuenta en que ,en el momento en el que nos salimos del camino y nos internamos en el bosque y más aún en éste, debemos de respetar (más aún) el entorno y los animales que nos encontremos alli, extremando los cuidados y con una ética basada en anteponer al animal a la foto.
Algunas veces te encuentras con alguna agradable sorpresa allá dentro y descubres que no eres el único que te interesas y miras por el lugar (AÑADO: que ingenuo soy... mirar  el comentario de Anónimo más abajo).
En cuanto a fotografiar especies (pelo o pluma indistintamente) cuando voy a Peloño o a cualquier hayedo, no suelo salir de casa con objetivo preestablecido, no voy con una lista de animales que quiero observar, y en aquella inmensidad (si no eres un experto en la materia o del lugar) es un tanto inútil ir a buscar algo concreto y encontrarlo.
Lo que hago es dejarme llevar por el interior del bosque, solo y en silencio; puedo perder el tiempo lo mismo con un Trepador azul durante horas, que con un Picamaderos negro, aunque he de reconocer (y no ser hipócrita) que el corazón late de diferente manera cuando me encuentro (o simplemente escucho) a una u otra especie, o que tenga cierto interés en ver alguna de las especies escasas de nuestra fauna; pero cómo digo: no siento necesidad ni de "jugarme" el físico y ser "carne de cañón del 112" o de molestar a los animales que me encuentre.
En casi todos los hayedos nos podemos encontrar (más o menos) las mismas especies de aves y animales (salvo particularidades de la zona) ya que desgraciadamente son los reductos de un hábitat especifico y casi siempre a cierta altitud, lo que limita (o permite) que vivan unas ciertas especies y no otras. 
Si estáis interesados especialmente en lo relacionado a la flora, os recomiendo el blog de César, creo que es un lujo tener un blog así en Asturias, y más aún para los que no entenemos mucho:
FLORA SILVESTRE
Siguiendo con los páxaros en el caso concreto de Peloño tenemos la posibilidad de observar a la familia de los páridos al completo: Carbonero común/garrapinos/palustre y Herrerillo común/capuchino.
De entre todos ellos es el Carbonero Palustre (Poecile palustris) quizás el más sedentario y menos errático de todos, también el que a mayor altitud habita (siempre por encima de los 300 metros) de todos ellos; también es el más pequeño de la familia.
Es un ave que ,sin ser escasa, lo podemos encontrar solamente en bosques de media y alta montaña, siendo raro en los bosques cercanos a la costa o a bajo nivel, salvo en las Sierra litorales de El Cuera o El Sueve.
Siempre lo he encontrado en Peloño y he de decir, que sin menospreciar a los demás familiares, siento predilección por esta simpática y bonita ave.
Es un ave que permanece fiel al territorio y a su pareja, por eso es una grata alegría encontrarlo en estas fechas, cuando llevas kilómetros caminando por el bosque sin encontrar aparentemente nada de vida y de repente se te posa a escasos metros.
Mientras comía el bocata decidí apostarme estratégicamente en unas cercanas espineras, las espineras en estas fechas es cómo un oasis para el desierto, pues lo mismo ocurre con los hayedos y las espineras en estas semanas, pues proporcionan el escaso y último fruto de la temporada y lo animales lo saben y por ello se concentran por entre ellas.
Y al poco tiempo no me defraudaron y aparecieron en escena, pues además de la escasez de alimento, hace una semana el suelo estaba cubierto de nieve y ahora vuelve a estar descubierto.
Otros de los que aparecen y que no suelen abandonar el hayedo, son algunos miembros de la familia de los Trepadores, cómo por ejemplo el mimético Agateador Norteño (Certhia familiaris)
O también el siempre bonito y bibaracho Trepador azul (Sitta europaea), en este caso un precioso joven que posaba confiado (foto de Junio):
También se dejan ver el precioso y forestal Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus):
O el más común y jardinero Herrerillo Común (Cyanistes caereolus):

También aprovecho estos momentos para echar un ojo a las diferentes construcciones que me voy encontrando por sorpresa, soy un auténtico fisgón reconocido de cabañas y cuadras; me interesan más que cualquier otra edificación moderna de cualquier ciudad.
Con mi mente bucólica, reposando las viandas ingeridas y antes de arrancar "la máquina" y seguir andando, me gusta imaginarme cómo eran y funcionaban estas construcciones hace unas décadas.
 
Sin embargo en esta última visita a Peloño he bajado para casa con un regusto amargo en la boca por varios motivos...  
Primero me ha tocado de lleno una caceríaNo termino de entender eso de tener que compartir un espacio ,que forma parte de una Reserva Natural, un domingo (que es el día de la semana en el que más gente puede disfrutar de la montaña) te lo pases rodeado de gente que presumiblemente irá bebida y con el dedo en un gatillo de un rifle, esperando a que algo se mueva (sea jabalí, oso, humano...) para dispararle. 
Parte de los susodichos (cazador, cazado... ;) )
Aparte de que te cambia la idea de pasar un día agradable, en silencio y tranquilamente a pasar a estar intranquilo por los ruidos de perros de caza, gente y tiros... tanto yo cómo los animales del bosque, sean "cazables" o no, protegidos o sin proteger, en peligro de extinción o no.
En fin; madrugar, preparar la comida y la mochila, hacer la kilometrada hasta allá, caminar con ilusión y nada más ver el cartelito de marras... ufff me dieron ganas de darle una patada nada más verlo, pero por lo que se ve no era el primero que se le pasaba por la cabeza la idea (o que la llevaba a cabo) sino me creeís esto leer la parte de abajo (en letra pequeña) del cartel...
Viene más o menos a decir que si el cartelito desaparece será motivo de sanción.
Tampoco termino entender el método de caza a bordo de 4x4, no es la primera vez que lo veo y aunque penseís lo contrario, a mi me produce enorme satisfacción ver esto, pues me indica dos cosas: primero que la salud y la edad de nuestros cazadores no es muy buena al tener que recurrir a un 4x4 para poder desplazarse por una cómoda pista forestal, por lo que pronto se extinguirán ellos solos, y segundo que viajando en coche poco o nada cazarán o molestarán ese día a los animales del interior del bosque, inaccesible hasta para un gran Suzuki Santana...

Lógicamente no estaba en mis planes ir a observar aves vestido de colores fosforitos o chillones, además cuando me enteré de la señal que "me lo aconsejaba" ya estaba lejos de ir a por el chaleco del coche.
El resto de personas que caminaban no les quedó más remedio que ir bien señalizadas para poder ir a disfrutar de un fantástico domingo soleado de monte sin que les peguen un tiro, es triste pero cierto (luego criticamos a los USA y sus tiroteos...).
El segundo mal sabor de boca es saber que siempre que hay temporada de pesca o de caza aparece la autoridad por el lugar, ya sea en forma de Guarda, Guardia civil etc. o lo que sea. 
Sin embargo el resto del año no se les ve el pelo por el lugar, no les culpo a las propias personas uniformadas (que bastante hacen con los medios que les da la Administración) sino a sus superiores que parece que solamente les interesa aparecer en esos momentos concretos para imponer sanciones, compadrear etc.  pero el resto de sus funciones parece que les tira del pijo en esa época y en el resto de meses en los que no se caza/pesca... 
Abajo foto del primer guarda que veo por allá en estos años, y creo que el 2º o 3º que me encuentro en lo que va de año (y eso que estamos a finales del mismo), se merecía una foto, no?
Para rematar (ya voy con la última pataleta) bajé echando pestes de la propia raza humana (para variar), pensaba que con tanta escopeta, rifle, tiros, perros y Guardería por el camino, estaría solo por el lugar con cuatro personas más, hasta que a mitad de hayedo me empezaron a adelantar coches y más coches con gente que sinceramente tenían poca pinta y apariencia de dedicarse a la agricultura, la madera o la ganadería...
Os pongo algunos ejemplos:
- "Fragoneta" de moda entre los jóvenes amantes del "aire libre":
- Siguiente foto: ¿Qué os parece si estrenamos una ranchera guapa (y cara) con los amigotes y la llevamos a Peloño a vacilar un poco por el bosque?
Que conste que había más coches y todo esto con el señor de uniforme por las inmediaciones, y por supuesto sin hacer nada al respecto... Y llama al Seprona un domingo allá arriba, que verás el caso que te hacen...
Pienso que igual es que el fallo es mío y las autorizaciones para acceder allí las regalan con las cajas de galletas o con la Nueva España, he de enterarme bien de todo esto, porque a la entrada había bien visibles dos señales, una a cada lado:
Se ve que ninguno de los conductores se percató de ellas, piensan que esos discos rojos son para prácticas de tiro de los cazadores, o creo que más bien les importa poco...
Volvía solo y con un par de kilómetros por desandar ya casi sin luz, por lo que me dio para pensar otra vez en los inconvenientes de asfaltar y hormigonar pistas, la facilidad de información que se obtiene de Internet, la escasa educación y educación ambiental de las personas, y el poco interés de la autoridad por hacer cumplir todas esas leyes.
Pienso también en que todo el dinero (que es mucho) proyectos y especialmente ilusiones que se invierten en conservar o proteger especies (pienso en el Oso pardo, Urogallo y Pico mediano) se van directamente al traste cuando se dan este tipo de casos, pues si yo fuera alguna de estas especies, evidentemente escogería otro lugar para vivir (o pintaría un paso de cebra en el suelo...)
Menos mal que el amigo buitre y su bello vuelo me volvieron otra vez a mis mundos pasados arcaicos, en el que este tipo de situaciones se solucionaban simplemente a varazos de avellano en los lomos...
Bueno, la próxima entrada voy a meter algo más de movimiento porque esta me ha quedado demasiado montañil y poco pajaril... jejeje
Espero que os haya gustado
Un saludo y gracias por las visitas y las letras.