21 de marzo de 2016

Un Pechiazul en la ciudad (Luscinia svecica)

Hola amigos!
La gran ventaja de las redes sociales y de la comunicación actuales es que te permiten conocer y compartir las observaciones casi en el mismo instante en el que se producen las mismas, esto (aunque con matices y sus cosas negativas, que también las tiene...) supone un gran avance dentro de este "mundillo": una variedad de observaciones y observadores, rapidez, comodidad, fluidez e información al momento, dado que además también al avistamiento de una especie le podemos adjuntar fotografías, vídeos, precisar el punto concreto de la observación etc.
Atrás quedan tiempos "prehistóricos" en los que las citas eran información privilegiada que se comunicaba casi siempre a posteriori, cuando el ave seguramente ya no estaría presente o tal vez tuvieras suerte si cayeras en gracia al observador y se acordara de tí en esos momentos. En último lugar el acceso a la tecnología hace que el público general también participe, especialmente con fotos de bichos que se encuentran, esa práctica de fotografiar todo lo que les llame la atención, o que aparezcan publicados en redes sociales etc. En definitiva: todo suma.
Todo este rollo inicial viene dado por el curioso descubrimiento de un Pechiazul (Luscinia svecica) hace unos días en el mismo centro de Oviedo, en un lugar humanizado en el que ver un gorrión, una paloma o como mucho una lavandera ya es algo significativo
Y en verdad no es que seOviedo una ciudad especialmente acogedora para las aves (ojo dicho por un "carbayón" de pro exiliado en Gijón). Gracias a Alipio y su foto del móvil y el posterior aviso de Xuan Cortés creo que una gran cantidad de aficionados podremos disfrutar de un ave especial, en un lugar digamos: atípico.
Los animales no dejarán nunca de sorprendernos y más en este caso concreto con una especie escasa y ya de por sí poco común, cuyo hábitat es además el de las montañas allá donde cría (por encima de los 1.000 mt.) o por el contrario en las marismas/humedales durante los periodos de migración o de paso.
Personalmente al Pechiazul lo tengo bien observado además en los dos ambientes (tan dispares) por los que se mueve en Asturias y en las dos épocas en la que lo podemos ver. Entrada publicada anteriormente en el blog:
el-pechiazul-luscinia-svecica
Bien en la Ría de Villaviciosa (Asturias) especialmente en el entorno del Cierrón en dónde cada año se deja ver algún ejemplar en un ambiente típico de marisma en esa época o en cambio todos los años durante la primavera-verano le reservo un par de días en las montañas de la Cordillera cantábrica, en los últimos bastiones en dónde cría.
Verlo ahora aquí produce una grata sorpresa, por un lado por lo ya comentado del lugar peculiar elegido por el ave para descansar, seguro que en un momento dado decidió parar su migración durante su vuelo nocturno para reponer fuerzas o se encontró de frente con una climatología adversa de estos días. 
Pero también resulta especialmente curioso verlo tan confiado y comportándose como un ave mansa, aguantando sin moverse la proximidad de coches, perros y paseantes por encima incluso del nivel de aguante de los propios gorriones urbanos.
Para nada hablo de utilizar las "tácticas ninja" aprendidas para lograr finalmente acercarte arrastrándote, haciendo el camaleón, el muerto, la croqueta, la estatua, el árbol, el perezoso, el bicho-bola etc. logres con ello aproximarte, sino que incluso es el ave la que se acerca a tí, sin que pongas empeño alguno de mostrarte inofensivo o invisible.
Así nos ocurrió al gran David Álvarez y a mí que pasando olímpicamente del ave tras estar un rato observándola, hablando de lo divino y lo humano, el ave mientras tanto voló del seto elegido como guarida hasta el banco que ocupabamos ambos, apenas a 2 metros de mi espalda.   
Yo en principio visto lo visto le daba la "tabarra" a David de que si el ave tenía mala pinta, que si estaba encogido, que si volaría o no bien, que si el comportamient era raro...pero a los pocos minutos parece que el bicho "resucitó" y desde ese momento se comportó a lo ratón buscando incansable por el suelo cualquier tipo de alimento, ya fuera entre las hojas caidas del interior del seto.
Entre el bordillo y el asfalto caminando bien por la misma carretera o por la acera:
Cruzando hasta el cesped del pequeño jardín aledaño, con los parterres de fondo: y que tanto le gusta al amigo David esta composición bucólica, debe ser que se ha vuelto un "blando"...
O incluso sacando merucos por los bordes de las alcantarillas:
El plato fuerte vino cuando de repente le dió por meterse dentro de la propia alcantarilla, traspasando la reja sin problemas como si fuera un ratón:  
En ese momento fuímos hasta allá asustados para ver si le había pasado algo o si lograría salir de la alcantarilla, pero el ave salió con toda la tranquilidad del mundo y sin ayuda, colándose entre los barrotes de nuevo para salir a la calle de nuevo
Sé que hay grandes estudios, trabajos cientificos y publicaciones de esta bonita especie pero no creo que abunden las observaciones de Pechiazules que sean tan dóciles, urbanos y además "alcantarilleros".
El día no era lo más propicio para la observación de aves y el bicho, por cierto de la subespecie "azurensis", por momentos se encojia y quedaba inmóvil posado en el bordillo y yo mientrashaciendo lo mismo en el de enfrente, así uno frente al otro con la acera de por medio pasamos el resto de tarde.
Me alegré de que más gente se fuera acercando a observarlo gracias a la llamada de las redes sociales que os comentaba, especialmente por las personas que no lo habían observado nunca y se les resistía (un saludo Inma!!). Yo me dí por satisfecho, así que debajo del seto dejé al ave tranquila.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por las visitas y los comentarios!!