11 de febrero de 2015

TARABILLADA (Tarabilla común y Tarabilla norteña)

Si el otro día hablábamos de las Lavanderas hoy le toca el turno a otro grupo de aves que más o menos también conocemos todos, hoy le toca el turno de pasar por aquí a las dos Tarabillas que tenemos presentes en Asturias: la abundante y sedentaria Tarabilla común, y la estival y más escasa Tarabilla norteña.
A la primera de ellas, la Tarabilla común (Saxicola torquatus)  la conocemos más que de sobra pero no por ser un ave afortunadamente abundante y común en nuestros campos dejará de tener su protagonismo propio en este sitio. 
Y es que a pesar de parecernos un pajaro típico y cómo digo: común, la Tarabilla europea presenta unas aproximadamente 25 subespecies diferentes (varía el número dependiendo del estudioso de turno o los resultados genéticos), distribuyéndose por toda Europa, África y Asia. En España no me queda claro si cohabitan dos subespecies diferentes ("hibernans" en el N.O. peninsular y "rubicola" en el resto de la península y Baleares) o sí por el contrario solamente hay una sola subespecie. 
De todas maneras ,sean una o dos, es una especie ampliamente distribuida, dado que su hábitat típico es de zonas abiertas con matorral, bordes de sotos o caminos, claros de bosques o pastizales y sus lindes con arbustos, los cuáles son abundantes en toda la Península. Podemos observarla desde la rasa costera a nivel de mar hasta los 2.100m de Sierra Nevada.
De caracter sedentario, es una de las aves que podemos ver en cualquier salida que realicemos en Asturias y ,al igual que el otro día decía que el Escribano montesino (junto con los Acentores) me ha salvado muchas veces de volver a casa con la tarjeta de memoria de la cámara vacía, pues el mismo caso se podría aplicar con la Tarabilla en mis salidas a las rasas costeras, pastizales etc.
Las parejas de Tarabilla al parecer son fieles así mismas y al territorio que ocupan, aunque las parejas que lo hacen en territorios a mayor altitud descienden en invierno a lugares más apropiados y benignos. En época de migración asimismo nos llega un buen contigente de aves procedentes del oeste de Europa. En Galicia, Castilla y León o Eukalerría son las regiones en dónde parece más abundar el bicho, también algunas zonas cómo Cádiz o Málaga.
La Tarabilla es el ave por excelencia de los posaderos, desde estos lugares escogidos  controla su territorio, canta con su inconfundible "chac-chac" y mueve la cola incesantemente. 


Todos en general ,y en especial los agricultores, deberían de hacerle un monumento a este especie y a todas en general, pues la Tarabilla se encarga gratuitamente de limpiar el campo de pequeños insectos y gusanos incesantemente, no desperdiando tampoco algunos frutos o semillas.
Según un estudio publicado en el Ardeola, en el contenido del estómago de 60 aves estudiadas, aparecen tres fracciones diferentes: la parte animal, la vegetal e incluso una pequeña parte mineral. La primera de ellas es la mayoritaria (87,6%) basada especialmente en Coleópteros y sin embargo la mineral ocupa solamente un 2,5% (gastrolitos). 
Las presas las obtiene mayoritariamente en el suelo, casi todas ellas en la superficie directamente sobre la tierra (75%) o sobre la vegetación y casi nunca enterradas (0,5%). Tambien sobre los excrementos de los animales (2,6%) o finalmente en vuelo (7,2%).
Nidifica en el suelo, la época de reproducción abarca desde (incluso ya) febrero hasta julio, por tanto pudiendo realizar hasta tres puestas anuales. De dos a siete huevos por puesta podemos pensar que tiene que haber muchos ejemplares al final del año, sin embargo la Tarabilla ,por su hábitat y su predilección por utilizar posarse al descubierto en lugares visibles, es el blanco y menú perfecto de todo áquel depredador, por lo que su reproducción es numerosa cierto, pero también deben serlo sus bajas.
Existe un acentuado dimorfismo sexual en la especie, además hay una diferenciación de coloración en el plumaje entre los individuos del mismo sexo. En primavera-verano los colores suelen ser más intensos, siendo en invierno más apagados o parduzcos.
Vista a una distancia normal, dado que es un ave que generalmente permite el acercamiento, solamente podemos confundirnos de especie con la pariente Tarabilla norteña, de la que hablaremos más abajo, pero podremos separarla de ésta por carecer de la línea superciliar ancha y nítida que nace de la base del pico, sobre los ojos.
La Tarabilla europea no es muy exigente con los posaderos de su territorios, inquieta por naturaleza, se puede posar en postes, ramas altas, alambres y cables, vallas, muros postes de teléfono/luz etc. Incluso en piedras que sobresalgan del terreno o ramas de árboles, siempre que no sean de gran tamaño. Es un espectáculo verla cazar desde el posadero, con ese efecto "boomerang" característico.
Cómo curiosidad si uno de los miembros de la pareja decide cambiar de lugar, el/la otro/a le seguirá, incluso en invierno nunca permanecerán más alejados de 50 metros, cuando otras especies o bien se separan, o divagan por un amplio territorio buscando alimento. 
Sin embargo los ejemplares que vienen aquí a invernar procedentes de otros lugares sí que se mueven ampliamente por la campiña, lo cuál este comportamiento nos puede dar indicios de si el ave que estamos observando es residente o viene a invernar.
No sé si alguna vez os habeís fijado en el tamaño del ojo en comparación a la cabeza, gracias a su gran ojo le permite capturar insectos de pequeño tamaño incluso cuando la luz solar ya escasea, asimismo es de las primeras aves en comenzar a cazar nada más amanecer. 
El "ñeru" (cómo en muchas otras aves) es construido solamente por la hembra mientras es "escoltada" por el macho, lo cuál es un fiel reflejo de nuestra sociadad. Lo oculta bastante bien en el suelo y suele tener cómo característica que para acceder a él hay que pasar por una especie de túnel entre las hierbas. A pesar de ello, debe de tener una depredación bastante alta por parte de mustélidos, roedores, reptiles etc. 
Lo habitual es que el macho aporte presas al nido y sea la hembra quién literalmente se las arrebate para cebar a los pollos, éstos a los 12-14 días abandonan el nido y se pasan sus primeros días fuera del nido escondidos entre las altas hierbas o matorral. 
Sin embargo, a los 4-5 días ya podemos encontrarlos en lo alto de los posaderos cómo si fueran los adultos, al mes ya son completamente independientes.
Algo típico de la campiña costera en los meses veraniegos es encontrarte varios de estos jóvenes independizados relativamente juntos los unos junto a los otros, o incluso en fila en los cierres y postes de las fincas.
Al ser un ave tan común y conocida tiene una multitud de vernáculos o nombres en cada región, destaco el de "cagamangos" o (Murcia) "cagaestacas", dado su costumbre en utilizar los mismos posaderos hace que estos se encuentren literalmente llenos de excrementos. Lo habitual es que crie dos veces al año, pero también puede realizar tres puestas, la útima en agosto.
La Tarabilla norteña (Saxicola rubetra) por el contrario tiene un par de diferencias respecto a la Tarabilla común o europea. Y es que en primer lugar cambia su distribución dado que los ejemplares reproductores se concentran en el tercio norte peninsular, ocupando terrenos abiertos, pastizales y prados húmedos con algo de matorral. 
Ademas a esta Tarabilla parece que le gusta la montaña, los mejores territorios quizás los encontremos en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, Norte de Castilla y León y en los Pirineos orientales...
Sin embargo al ser una especie estival durante su migración transahariana (inverna desde Nigeria hasta Gambia) se la puede observar por toda la Península.Es curioso cómo en el viaje de ida escoge en primavera una ruta migratoria diferente (más oriental) al del viaje de vuelta en otoño (más occidental). 
En el norte peninsular alcanza su límite sur de expansión, aquí en Asturias he tenido la oportunidad de observar al ave en dos hábitats completamente diferentes; por un lado los ejemplares "en paso" en los acantilados y rasas costeras
Estos ejemplares migradores varían en fecha y en número dependiendo del año, este último por ejemplo yo lo considero bueno respecto a los años anteriores, pues he podido observar bastantes ejemplares (ojo, nunca abundantes) en diferentes semanas y lugares. Destacando la rasa y los acantilados llaniscos. Ejemplar en vuelo:
Por otro lado, en primavera-verano es buena época para subir entorno a los 800 mt. a la Cordillera, a las laderas mejor soleadas de las montañas, pastos o páramos en busca de esta bonita ave que, además estará metida de lleno en "faena", con los machos cantores con sus mejores galas, posados en los posaderos más expuestos y las hembras escondidas entre la vegetación, mucho más discretas que los primeros. 
A diferencia de la otra Tarabilla, ésta presenta una garganta, ceja y cola blancas. Los machos son mucho más vistosos que las hembras, siendo éstas de coloración más apagada.
Inverna en el África tropical, aunque también puede recortar el viaje un par de cientos de kilómetros y hacerlo en el norte de África e incluso en el sur de la Península. Entre marzo y junio se produce el paso prenupcial, el posnupcial lo realizan entre agosto y octubre, destacando el mes de septiembre. 
Cómo veís, aquí para lo justo para críar y poco más. Habreís observado que tiene mucho margen de tiempo para realizar el viaje (casi 4 meses) y esto parece estar condicionado a la situación climatológica del momento, por lo que dependiendo del año podemos encontrarla aqui en unas fechas u otras con bastante diferencia.
Con una sola puesta (a veces dos) el periodo de reproducción se extiende de abril a julio. Tanto en la montaña cómo en el acantilado, la Tarabilla norteña es mucho más arisca en cuanto a la relación con los humanos, y también se me hace raro observar varios ejemlares juntos, incluso la pareja cuando cría suele permanecer bastante separada en comparación con su pariente la T. común. Lo mismo ocurre durante el paso migratorio, ya que solemos observar a los ejemplares de la misma especie posados a bastante distancia los unos de los otros.
En los nidos que elabora la hembra y que han sido estudiados la media es de 5-6 huevos, empezando la incubación en los primeros días de junio. Es una especie casi exclusivamente insectívora, alimentándose de todo tipo de bichos, incluidos pequeños moluscos o lombrices de tierra.
Eso es todo por hoy, espero que os haya gustado la entrada, gracias por las letras y las visitas.
Un saludo

1 comentario:

  1. A mí siempre me resultaron simpáticas las a veces extensas familias de tarabillas comunes, papá, mamá y los peques, son bichos muy curiosos, tranquilos, querenciosos por el territorio y familiares, por lo que cuando censo determinados transectos ya sé que me voy a encontrar a determinados ejemplares de año en año, y me alegra mucho.

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