11 de enero de 2015

LAS BARNACLAS

Hola amigos de lo ecológico!!
Tras el fin de los ágapes, fastos y festejos varios navideños hoy vamos a recuperar la normalidad hablando de uno de los grupos de aves que me gustan: las Barnaclas. De la familia de los anseriformes, las "branta" (cuya traducción literal sería: "percebe") viene representada en la Península de diferente manera por tres especies distintas: La Barnacla Cariblanca, la B. Carinegra, la gran B. Canadiense o por último la escasa y bonita: Barnacla Cuellirroja.
Las barnaclas son unas aves que actualmente no se reproducen en nuestras latitudes (y si lo han hecho ha sido de manera muy puntual), por lo que su presencia aquí es muchas veces esporádica (principalmente durante su invernada o en los "pasos" migratorios) y finalmente cuando aparecen por aquí, salvo la Barnacla carinegra, el resto de especies de la familia lo hacen con pocos efectivos o puntualmente.
Por otro lado, debe de ser un ave fácil de mantener en cautividad, pues es frecuente observarlas en parques y colecciones privadas, por lo que casi todas aquellas observaciones que hay en la "Patria Egpañola" de barnaclas (salvo la B. carinegra) se ponen siempre en duda de que sean realmente ejemplares salvajes, y no más bien escapes de estos parques y colecciones privadas, lo cuál es un problema añadido.
Porque aunque estos lugares deberían de tener a sus ejemplares debidamente controlados y anillados, la realidad es que (y especialmente con las anátidas) no es raro encontrarte aves exóticas pululando sin control por los enclaves naturales que solemos visitar.
Si os habéis quedado con la historia de asociar a las Barnaclas a los percebes del principio, esto viene porque al parecer al ser aves que no crían aquí y que solamente las vemos entrando de la mar, las gentes de antaño llegaron a la conclusión de que eran aves que directamente procedían de este rico y ahora apreciado crustáceo. No me digáis que fumaban de aquella, pero debía de ser de lo bueno....
Y es que las pequeñas ocas silvestres de plumaje negro y blanco crían en las frías latitudes norteñas, migrando parte o incluso su entera población a tierras más cálidas según se aproxima el invierno. A diferencia de otras especies de aves, las barnaclas se diferencian bien entre las especies y subespecies de la misma familia, bien por su color de cabeza/cuello, o por su gran o pequeño tamaño. 
La primera de la que voy a hablar hoy es de la Barnacla cariblanca (Branta leucopsis). Este pequeño ganso viene todos los inviernos a nuestras tierras, pero en pequeño número y de manera muy irregular.
Cabe destacar por ejemplo los 14 ejemplares observados en el año 2.010 en Salburua:
Salburua
La más reciente cariblanca aparecida en las Marismas de Santoña (cómo no...) junto a unos ánsares comunes hace unas semanas:
Santoña
O finalmente (y por hablar algo de la tierra) recuerdo las dos "asturianas" que muchos fuimos a observar durante una temporada cerca de Oviedo (Soto del Rey/Ribera de Arriba) allá por el ya lejano año 2.011.
Asturias
La barnacla cariblanca suele criar en zonas tipo el Ártico, Groenlandia o el occidente de Siberia, cómo veis: lugares cálidos y agradables en los que vivir... Las aves de Groenlandia se van a invernar fundamentalmente a las Islas Británicas. Sin embargo las más numerosas cariblancas siberianas se van a los más cercanos pólders de los Países Bajos
Al observar el mapa de arriba, vemos que nos quedamos un poco lejos de su tradicional límite sur de invernada, sin embargo si en estos lugares en donde han llegado para pasar los meses de invierno aprieta también el frío, se cree que desde allí bajan hasta nuestras tierras y por tanto los ejemplares que observamos aquí, proceden de estos lugares de invernada. 
Al margen de todos estos datos y mapas, siendo claro las barnaclas cariblancas son para mí sin duda las aves con más huevos del mundo (y no por cantidad, tamaño o número) y sino echad un ojo al cutre-vídeo de abajo para ilustraros un poco con tal rotunda afirmación:
Y es que cuando llega la hora de anidar, las cariblancas escogen los cortados rocosos y acantilados más verticales, y a una buena altura del suelo para anidar. A los pollos de barnacla no les queda otro remedio que lanzarse literalmente al vacío acantilado abajo cuando aún ni tan siquiera están totalmente emplumados para volar, sino que se limitan a planear lo mejor posible y reducir la velocidad de caida contra las piedras de los acantilados para asi poder seguir a los padres, pacer etc. Menudos "kamikazes"... 
Seguro que a partir de ahora cuando veáis una cariblanca descansando tranquila en un parque, os cambia el concepto que teniaís del bicho.
Las fotos que aparecen aquí de esta especie son tanto de los ejemplares que aparecieron por el río Caudal a la altura de Soto del Rey (Ribera de Arriba) hace un par de años, y de un ejemplar que hace una temporada se presentó por el Parque Isabel La Católica (Gijón) junto a los ejemplares "domésticos" de su misma especie. Y es que el caracter eminentemente gregario de las ocas hacen que muchas veces se asocien ejemplares salvajes junto con otros domésticos.
Estos tres ejemplares observados en estos dos lugares y entornos bien diferentes, ninguno de ellos portaba anillas, ni están alicortadas, y su procedencia se desconoce completamente.
Finalmente el amigo David Álvarez junto a Gilberto hace solamente unos días pudieron observar a otra pareja de Barnaclas cariblancas en el Occidente de Asturias:
despidiendo-el-ano-entre-eideres-
Cómo veís, de vez en cuando se dejan ver estas simpáticas aves por nuestros "terruños" más norteños, siempre con la duda de conocer realmente su procedencia, pero disfrutándolas cómo si vinieran a vernos de los lugares más inhóspitos de Siberia.
La Barnacla cuellirroja (Branta ruficollis) es la más pequeña y escasa de todas ellas, la única que actualmente su población está en regresión por diferentes motivos no muy claros.
Reducción población Barnacla cuellirroja:
Estos pequeños gansos tienen un peso aproximado de apenas kilo y medio en los machos adultos, pero al margen de todo esto a mi estéticamente me parecen los más bellos de toda la familia, con ese marrón cobrizo intenso tan característico en su bonito dibujo facial, ese pico corto, los bordes blancos etc. Se distribuye principalmente por las tundras costeras, pantanos y bordes de lagos de la Asia septentrional o la Europa oriental. Suele invernar alrededor del Mar Negro, por lo que su presencia aquí es más bien anecdótica cómo ave rara divagante.
Al igual que las otras barnaclas, es gregaria y durante la migración puede asociarse en estos viajes de miles de kilómetros a los bandos de otras especies de gansos (Ansar común o campestre, por ejemplo) lo cuál puede facilitar que asociándose a estos parientes  que por contra si vienen a invernar aquí, aparezca  de cuando en cuando algún ejemplar salvaje por nuestros humedales o campos, bastante lejos de sus lugares habituales de invernada.
Por ejemplo:
Considerada una rareza ocasional en España con solamente unas muy pocas citas (La Nava/Palencia, Huelva, Villafáfila/Zamora, Aragón...), incluso alguno de estos ejemplares pueden proceder de escapes, puesto que es una especie muy apreciada por los coleccionistas y no es raro verla en los listados de compra/venta en Internet.
En mi caso y pese a estar tentado a ir hasta las Lagunas de La Nava (Palencia) a intentar observar al último ejemplar presumiblemente salvaje observado en Iberia, de momento me he conformado con observar los ejemplares en cautividad pertenecientes a la colección del Parque Isabel La Católica (Gijón). 
Sé que no es lo mismo observar ejemplares salvajes en medios naturales que en mi caso ver aves alicortadas nadando en el sucio estanque de un parque urbano y comiendo pan, pero uno de los supuestos fines de estas aves de colección en los parques públicos de las ciudades es precisamente la de la divulgación didáctica, pues la gran mayoría de la gente en la vida podrán ver un bicho de estos en libertad. 
Así sin que sirva de precedente en este blog (y muy a mi pesar) las fotos de las cuellirrojas aquí subidas son evidentemente de estas aves cautivas, mientras espero la llegada de una de esas raras "salvajes" que aparecen por aquí cada "x" años.
Seguidamente me toca hablar de la mayor de las barnaclas: la Barnacla Canadiense (Branta canadiensis). El también llamado: Ganso del Canadá, cómo bien su nombre indica, procede originalmente del Norte de América, si bien actualmente alberga poblaciones naturalizadas en la Vieja Europa. 
Yo pensaba que había observaciones solamente de una sóla especie de esta gran oca, sin embargo también hay una observación en Extremadura (año 2.011) de la Barnacla canadiense chica (Branta hutchinsii).
gansos-raros-en-extremadura
Entre estas poblaciones "naturalizadas" y los frecuentes escapes de colecciones privadas, se estima que hay actualmente 200.000 Barnaclas canadienses en Reino Unido, 40.000 en Escandinavia o 12.000 ejemplares en los Países Bajos. En Francia se habla de que puede haber unas 5.000 Barnaclas y ya se ha confirmado su nidificación en el sur gabacho, apenas a unos kilómetros de la frontera con el Imperio. 
Y es que este ave parece que se ha adaptado fenomenal en los lugares en los que ha sido introducida y no parece tener mayor problema en criar en los nuevos lugares en los que aparece. De hecho puede que ya lo haya hecho en España..
Posible cría Barnacla canadiense España
Me imagino que la catalogación cómo una rareza en España se deberá más bien a los ejemplares salvajes que de cuando en cuando cruzan el charco. Cómo digo, al igual que la barnacla cariblanca a veces se deja ver algún ejemplar por nuestras costas, ríos o embalses:
Pareja en Bermeo
Avilés
Aunque siempre con la eterna duda de saber si es un ejemplar escapado de algún parque o si por el contrario estamos observando realmente un ave que ha migrado de una de estas poblaciones naturalizadas del norte de Europa.
El caso de la Barnacla que os voy a presentar a continuación tiene un par de singularidades que la hacen aún más rara. En primer lugar comienzo diciendo que el único ejemplar de esta especie que he observado ha sido (de nuevo) en el Parque Isabel La Católica (Gijón) pero a diferencia de la pareja de Barnacla cuellirroja residente, este ejemplar no solamente presenta todas las plumas y no esta alicortada, sino que además el cuidador del parque no tenía idea de su procedencia, simplemente apareció un día allí junto al resto de ocas.
En segundo lugar además presentaba una anilla metálica pero diferente a las conocidas o utilizadas por el parque, tirando de óptica se ve claramente el código: BTO BRITISH MUSEUM NAT HIS LONDON SW7 5212447.
Con lo cuál ya sabemos que el ave ha venido de forma natural desde aquellas islas que no son nuestras por culpa de una tormenta... es decir, es un ejemplar que pertenece a una de esas poblaciones naturalizadas de las que hablaba más arriba, concretamente anillada el 13 de diciembre del 2.012, y que meses después ya la observábamos tranquilamente por el parque gijonés.
No termina la historia aqui de esta hembra que decidió venir hasta aquí desde el Parque de Poole (Condado de Dorset, al sur de la isla) para quedarse a vivir en nuestro Parque, sino que además decidió criar, pero no con alguna otra de su misma especie que habitaba por el parque, sino que decidió formar una familia ni más ni menos que con un Ánsar indio (Anser indicus).
El indio, por su parte pese a que tenía un "harém" de varias hembras de su misma especie en el parque, decidió darles plantón, probar otras culturas y razas y finalmente marcharse con la canadiense forastera, y además formar una familia de una especie de mezcla de cuatro pollos "indios-canadienses" de aspecto un tanto "singular" y ciertamente con rasgos intermedios entre las dos especies. Al parecer que una Barnacla hibride con otro pariente de los gansos no es muy raro, pero la historia tiene miga.
A día de hoy y después de que la nutria haya pasado por allí y dejado las cosas claras, sobrevive uno de estos pollos híbridos, eso sí: anillado y alicortado perfectamente.
Rizando aún más el rizo, había también un Ánsar indio también de procedencia desconocida en el parque, tampoco porta ni anilla de identificación, ni esta alicortado (cómo los otros ánsares indios del parque) y por tanto éste vuela perfectamente.
Por lo que también cabe la posibilidad que pueda seguir la misma estrategia que la Barnacla canadiense inglesa del parque, puesto que el Ánsar indio también fue introducido por el hombre en algunos enclaves europeos y su población está actualmente naturalizada en Europa. Justo antes de la aparición de este individuo en el parque, creo recordar que se observó días antes un ejemplar de esta especie por el occidente ástur.
De todo esto se ha hablado ya largo y tendido, por ejemplo:
branta-canadensis-anillada-en-gran
la-extrana-familia
La última especie que me queda por tratar hoy aquí es la única de todas que viene aquí de manera más o menos regular a invernar, o que vemos por la costa en los pasos migratorios, se trata de la bonita Barnacla carinegra (Branta bernicla). 
Cuando observamos aquí a este pequeño y bonito ganso negro lo hacemos con toda la seguridad de que ,a diferencia de sus parientes arriba ya tratados, no se trata de escapes o de aves reintroducidas en el pasado y ahora naturalizadas, sino que son ocas silvestres que proceden de la migración desde sus colonias en la tundra ártica, islas circumpolares o en las costas septentrionales siberianas
Especie gregaria que vive y cría en colonias, siempre se ven en vuelo durante el paso migratorio, o alimentándose en los prados costeros o descansando en las rías alimentándose de la zostera marina. 
Sin duda de todas las barnaclas es la más fácil de observar por aquí en el norte y este invierno concretamente se ha dejado ver de maravilla en varios sitios diferentes y en un par de semanas de manera intensa:
barnacla-carinegra-en-xago
buen-lugar-el-arbeyal
cita-de-barnacla-carinegra-en-la-zona
Destacando en Asturias quizás el ejemplar aparecido en la rasa costera de Cabo Peñas que ha permanecido unos cuantos días por allí y que se ha dejado ver a distancia (pero a placer) en estos días de anticiclón, por lo tanto:buen sitio, buena visibilidad y buena luz.
A pesar de estas observaciones puntuales en Asturias, lo que está claro es que si alguien quiere ver Barnaclas carinegras en el invierno debe dirigirse sin duda a la vecina Santoña, en dónde año tras año se congregan más y más carinegras. 
Para que os hagáis una idea de lo que se mueve en la vecina Cantabria por ejemplo estos últimos días se han llegado a contar más de 280 ejemplares allí o los 150 ejemplares en el Estuario del Asón.
record-de-barnaclas-carinegras
He estado un par de veces allí observándolas y pese a la lejanía de este tipo de observaciones, ver tantos de estos "pajarracos" juntos en el agua, o en la orilla de la playa es sinceramente impresionante. Y parece que cada año va a más.
Sin embargo en la observación del ejemplar de Cabo Peñas reconozco que me he puesto las botas, fruto de varios factores a mi favor, por ejemplo la cercanía desde Gijón, he podido escaparme dos días casi seguidos, un buen tiempo reinante para la observación y más aún para lo que suele ser este sitio con mal tiempo y fuertes ráfagas de viento etc.
Al salir de trabajar a las 2 de la tarde me proporcionaba la ventaja de observar al ave de forma solitaria en las horas en las que normalmente los humanos están alimentándose o reposando lo ingerido, con lo cuál tanto la desconfiada ave (y las gaviotas que la acompañaban en el prao) cómo yo mismo, teníamos toda la tranquilidad del mundo para vigilarnos y seguir nuestras evoluciones sin sorpresas desagradables, ni grandes saraos .
Mi suerte no acaba aquí y es que ,en un momento dado del segundo día, un señor de las vecinas casas del pueblo decidió darse una vuelta tranquilamente por mitad del "sembrao". He de decir que lo hacía con toda la naturalidad y con un total desconocimiento del ave que se encontraba unas decenas de metros allí paciendo, sin maldad alguna por parte de este señor. A estirar un poco las patas después de comer y mientras la mujer ve Sálvame....
Lógicamente no pasó ni un minuto y la barnacla ya estaba estática cuello estirado arriba marcando al hombre, con toda la "chorra" del mundo de que cuando levantó vuelo fue a dar la típica par de vueltas en el aire en circulo para coger altura y velocidad justo por delante mío antes de posarse a otro lado.
La situación de ver que el ave venía volando directamente hacía a mi me dio la posibilidad de tirar unas buenas ráfagas que ni un soldado ucraniano...
Y así hasta unas 20-30 fotos que he resumido en las de arriba para que no resulten repetitivas. Al final acabó aterrizando en otro "sembrao" interior más lejano, pero para mí ya había sido suficiente, y no vi conveniente acercarme hasta allá andando a campo abierto, sin posibilidad de ocultarme y previsiblemente molestarla y que se fuera de nuevo. Abajo, en medio del grupo de gaviotas:
Cómo veis mejor o peor, de manera más constante o de forma puntual. con mejores números o en plan "megarareza", las diferentes barnaclas también nos visitan por la Península Ibérica y además de cuando en cuando, alguna de ellas también se deja caer por Asturias...
Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios

4 comentarios:

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